La mecedora

Desde que yo recuerdo en mi casa siempre ha habido un mueble que nunca faltó. Se trataba de una mecedora. Cuando era niña me acuerdo que subía a ella y empezaba a balancearme, cada vez más y más deprisa. Imaginaba que era mi carroza tirada por un bello corcel. Decía.. arre! arre! y salía galopando del comedor, de mi casa, del edificio y atravesaba montes y praderas sintiéndome una gran amazona.

- La verdad es que ha quedado muy bien arreglada.
- Sí Thomas, tienes unas manos de oro.

- ¿Has visto Peter la mecedora? parece una carroza de princesas.

- Zi, pedo no tene caballo.

- ¿Cómo que no? ¿Y esto que es?, quédate aquí que voy a buscar unas correas para ponerle.

- Zi, men depisa que no ze ezcape

- A ver que encuentro por aquí.... Uf! como venga mamá me voy a enterar.

- Estas cintas nos servirán.

- Pónzelas Lucy que ze va a ezcapar!

- Code, code Lucy que ze va el caballo.

- Agárrate fuerte Peter!!

- Yuuuupiiiii! arre, arre caballo!!

- Yuuuuupiii! ade, ade caballito!!

- ¿No oyes cuánto ruido? ¿Qué estarán haciendo los niños?

-Será mejor que vayamos a verlo.

- Pero... ¿que estais haciendo?!!

- Cuidaaaaaadoooooooo!!

- CRASH

- Ay Dios!! os habeis hecho daño?

- Buahhhhhhh!!!!

- Se ha roto, se ha roto...

- Están bien, solo ha sido el susto.

- Creo que voy a tener que arreglarla de nuevo. Y no volveros a subir de esa manera ¿de acuerdo?

- (Snif) Si papá no lo volveremos a hacer (Snif)

- (Snif) Zi papa no do vodvedemos a haced (Snif)

No lo volverán a hacer (eso dicen), pero mientras duró, galoparon divertidos a través de lindos parajes, cruzando rios de plata y atravesando las más altas montañas, porque su brioso corcel, con las crines al viento, más que galopar......volaba!