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martes, 17 de abril de 2012

Rosas de Alejandría

Desde que recuerdo en todos los viajes que he realizado a lo largo de mi vida he llevado sobre mis rodillas un papel lleno de líneas como una madeja de rayas de distintos colores y grosores que con el dedo reseguía, pasando por pueblos, ciudades y atravesando rios.
Siempre me han gustado los mapas, los atlas y todo aquello que implicaba la geografía y el viajar. Daba vueltas a la bola del mundo, cerraba los ojos y acercaba mi dedo índice a su superficie, cuando paraba de girar allí, donde mi dedo se hubiera posado, iba en sueños a ser mi destino. En América, Asia, Oceanía.... allá donde  pudiera encontrar paises exóticos y rincones inexplorados. Pero mientras llegaba ese viaje me bastaba con reseguir el contorno de las plantillas de plástico, que física o politicamente, conformaban nuestra península ibérica. 
Apenas supe leer ya me sentía una exploradora mapa en mano a bordo del Seat 600 de mi padre.
Ahora con GPS y ordenadores que calculan hasta el horario de llegada a destino, la posibilidad de error es prácticamente nula.... qué comodidad!!! De todos modos a veces recuerdo con nostalgia aquellos tiempos en los que yo me sentía Cicerone, y es por ello que, aunque el ordenador de a bordo nos indique con exactitud absolutamente todo para llegar con éxito al destino, nunca olvido ese cuaderno con esas rayas de diferentes grosores y colores que descansa sobre mis rodillas.

- Lucy, esta mañana he encontrado en el trastero una bola del mundo
- ¿ah sí? de esas que son como un balón que da vueltas
- siiii, y se me ha ocurrido un juego


- ¿yo pambién pedo jubad al balón del mundo?
- si Peter pero no se le dan patadas ¿eh?
- noooooo, no le dade azí.... PUMBAAA


- ¿en qué consiste el juego Jimmy?
- pues le damos vueltas y uno de nosotros pone el dedo rozando la bola, y cuando se pare ese será el sitio al que tendremos que viajar e inventar una historia
- Valeeee! qué divertido!
.....
- hola ovejitaz, hola....


- ¿adónde vais niños?
- vamoz a jubad con un balón, pedo no ze le peden dad patadaz podque ez un mundo
- ¿? bueno, pero a las ocho en casa ¿de acuerdo?


- mirad, ahí está...
- ohhhh! qué chuli con todos los paises pintados
- qué bola maz redonda ¿ezo ez el mundo?


- sí Peter el mundo es redondo como una pelota, lo de color marrón es la tierra, los paises, los continentes, pueblos y todo eso. Y lo de color amarillo son los mares
- y.... ¿pod qué el agua no ze zale? y.... ¿pod qué la tierra no ze cae?, y.... ¿pod qué...


- bueno Peter... basta ya de hacer preguntas.
- yo tengo un libro  que dice que las cosas no se caen porque dentro de la tierra hay algo que las atrae o algo así, se llamaba...mmmmm déjame pensar.... siiii! gravedad!
-¿ y dento de la tierra hay ezo? y... ¿cómo ez?
- mira Peter  la tierra es como un gran melocotón que dentro, en el centro tiene un hueso ¿verdad? ¿lo entiendes ahora?
- ahoda ya zí! ji,ji,ji


- voy a darle vueltas para que gire... ¿quien pone el dedo para ver donde viajamos?
- yo quiedo! yo quiedo!
- pues venga cierra los ojos y..... gira, gira, gira, a ver a ver ¿adónde se detieneee? siiiiiii!!....


- .... América del norte!! en el....lejano oeste!!
- siiiiii, como en los tebeos de cowboys y pieles rojas!!!, hay en el trastero unos sombreros que nos servirán y también podemos hacernos un caballo.
- gida, gida, sin parad!!!


- ¿cómo haremos el caballo Jimmy?
- tú déjame a mí, que ya he pensado en algo
..........
- vueltaz, vueltaz, vueltaz, gida, gida..... yupiiiiiii!!!


- vueltaz, vueltaz,vueltaz!!!!!
- Peter déjalo ya que te vas a marear. Hay que ver a este niño cuando le da por algo
- déjalo se lo está pasando bomba


- bufffff.... eztoy un poco madeado..... bufffff
- ya te lo he dicho. Venga ponte este sombrero y para un poquito
- bueno ahora iré a buscar un cartón para recortar la cabeza del caballo


- dame el sombrero Lucy
- toma y tú también Peter
- buffff..... vueltaz, vueltaz, ji, ji, ji... madeo, madeo....ji, ji, ji


- ¿Adónde vas Lucy?
- he visto algo en aquel rincón que me puede servir
- vueltaz, vueltaz.... yuhuuuu!! vueltaz!!!!
- Peteeer!!! ¿qué he dichooooo?
- ez que quiedo que zalga dispadado el huezo de melocotón que tiene adento, ji, ji, ji


- oh, oh!! ¿qué eztaz haciendo Jimmy?
- voy a recortar la cabeza del caballo
- yo quiedo, yo quiedo,,,,
......
- bueno con este saco y el plumero yo me haré el disfraz


- no Peter tú no puedes recortar, cuando peguemos la cabeza tú le pintas los ojos ¿de acuerdo?
- pedo yo quiedo codtad, ya zoy gandeeee
.........
- yo seré una india piel roja


- mirad chicos! soy una princesa piel roja, mi nombre es Luz de Luna
- Ohhhhhh! qué guapa estás Lucy!
- ji, ji, ji, ji... padece un ezpantapantájaros... ji, ji, ji, ji


- ji, ji, ji, ji ¿ezo que te haz puezto en la cabeza qué ez?
- son unas plumas Peter y deja ya de reirte
- ji, ji, ji  padece una gallina pambién, ji,ji,ji
- calla de una vez y pinta el ojo

Y mientras los niños se preparaban para iniciar su viaje al lejano oeste, en aquel tranquilo y silencioso rincón de Bristol se oyó un ruido estrepitoso que cada vez se acercaba más y más......
BRRRRRR, BROMMMMMM, BRRRRR, BROMMMMM


- ¿qué es ese ruido? vamos corriendo a ver...
- a lo mejod de tanto dad vueltaz a la bola.... ha ezplotado el mundo!!
- pero que tonterias dices Peter..... es una moto!!!


Los niños se quedaron boquiabiertos ante la imagen que estaban viendo en el exterior. ¿Quién era? se preguntaban... aunque Jimmy tuvo un presentimiento y corrrieron a su encuentro.
Mientras que Agnes dejó todo lo estaba haciendo y también corrió al exterior..... ese sonido.....¿no sería......?


- Anthony!!!!
- Agnes!!!


- Mi querida Agnes, ya estoy aquí!!
- Anthony... al fin!! he esperado tanto este momento!


Habían pasado casi diez años desde que frente a la puerta se despidieron, en la misma puerta en que ahora se fundían en un abrazo. En los ojos de Anthony se leía una súplica de perdón por tanto tiempo de espera, en los de Agnes solo se leía felicidad.


- querida mía fue muy complicado después de abandonar los yacimientos salir del desierto, si no hubiera regresado mucho antes. Estuve años prisionero y he estado muy solo y triste, lo único que me mantenía era tu recuerdo, volver contigo, aunque incluso temí en varias ocasiones por mi vida, siempre pensaba en ti y eso me daba fuerzas
- no nos queda tanto tiempo como para malgastarlo en reproches, así que solo me siento feliz de que estés de nuevo aquí... te he echado tanto de menos!!


- Oh, mira Anthony, los niños! el de la derecha es Jimmy, tu nieto
- Oh Jimmy es igualito que su padre.... ven aquí pequeño deja que te abrace!


- ¿cómo vais así vestidos?
- porque nos íbamos al lejano oeste!
- sí cariño,`pero recuerda que aquí están tus raíces, no te vayas demasiado tiempo, este es tu hogar
- sí abuelito


- Anthony, estos son los niños de Susan y Thomas ¿te acuerdas? era aquella joven pareja que vivían en la casa de al lado.
- siii y tanto que me acuerdo
- se llaman Lucy y Peter
- Encantado de conoceros jovencitos
- igualmente señor


- Has traido mucho equipaje abuelito
- ya lo creo Jimmy, aquí adentro traigo muchas historias para contaros
......
- Lucy...¿ezta amoto code máz que un caballo, veddá?


- acércate Agnes, lo primero que quiero enseñarte es algo que he traido de muy lejos.... de Alejandría, especialmente para tí
.........
- Jimmy ¿pod qué no noz vamoz en la amoto de tu abuelo al oezte?
- Peter, creo que mi abuelo va a tener muchas historias que contarnos más divertidas que ir al oeste
- siiiii, Jimmy estoy segura, mejor nos quedamos


- Oh Anthony! son rosas.... rosas de Alejandría! pero ¿cómo es posible desde tan lejos y no se han marchitado?
- no no lo están
........
- mida que chuli el aziento eztá blandito
- esto debe de ser el motor... menudo ruido hacía!


- dime una cosa Anthony ¿cómo es posible que con tanta distancia y tiempo no se hayan marchitado?
- ¿por qué iban a estarlo? ¿acaso nuestro amor lo está?
- tienes razón... ha pasado mucho tiempo
- sí querida así es pero él sigue fresco como estas rosas

Ambos sabían que ya no habrían más despedidas, ambos sabían que lo único que los podía separar era el viaje definitivo al más allá, pero antes de ese día tenían que recuperar el tiempo perdido. Hubo una época en la que el corazón del joven Anthony Malory latía por la búsqueda de aventuras pero acabó con la certeza de que por lo que verdaderamente latía era por ella desde el día en que la conoció. En el desierto, en los mares del sur, en el lejano oriente, en la inexplorada Antártida.... siempre los ojos de Agnes.... fueron su luz.

Mis agradecimientos a Blanca (kekuki) por el sombrero que trajo la primavera a la cabeza de Susan, por los sombreritos que transportaron a los niños al legendario oeste y por las rosas que trajeron la felicidad al corazón de Agnes. Gracias Blanca, sin ti esta historia no habría existido.