Imitando a mamá

Recuerdo cuando era niña que me encantaba ver reflejada en el espejo a mi madre cuando se estaba arreglando. Ese mundo medio prohibido de pintalabios y coloretes me alucinaba. Me quedaba embelesada mirándola y sentía grandes deseos de probar esos artilugios en mi pequeña y pecosa cara, y entonces  mi madre decía: "ya tendrás tiempo cuando seas mayor, ahora no te hace falta". 

- Lucy, cariño voy a hacer un recado pero vuelvo enseguida. Procura que tu hermano no se despierte.
- Sí, mamá andaré de puntillitas para no hacer ruido

- Mamá ya se ha ido. Ahora me voy a arreglar un poquito.

- Me peinaré con su cepillo y así me quedará tan bonito como a ella.

- Creo que me voy a poner un poquito de colorete porque estoy muy blancuchi. Y ahora con estos zapatos y este sombrero pareceré una mami de verdad.

- Voy a despertar a Peter para darle el desayuno. Peter, Peter!! tienes que tomar la papilla.!!
- ¿A none eztá mamá? Teno zueño.

- Vamos Peter, tienes que vestirte.
- Yo quiedo que menga mamá! Anone eztá mamá?

- Venga, entra a la cocina, que te voy a preparar tu papilla. Pórtate bien  y estate calladito, si no tendré que castigarte.
- Yo quiedo que menga mamá, quiedo que menga mamá...

- Ummm! qué rica que está la papilla que estoy preparando a mi chiquitín.
- no quiedo comed, no quiedo.

- Peter no seas malo, tienes que comértelo todo ahora.
- No quiedo comed, que menga mamá... Buaaaaahh!!

- Pero bueno..!! qué es todo este espectáculo que habeis armado?  Ay Diós! el niño se va a caer de la trona! mi sombrero! el colorete!...
- Mamá no te enfades.... yo solo quería..... ser tú.


Me parece Lucy que tendrás que esperar más tiempo para ponerte colorete. Y no te olvides de una cosa.... ser mamá no es nada fácil.